lunes, 22 de agosto de 2011

MONITORES


Monitor LCD.
El monitor de computadora o pantalla de ordenador, aunque también es común llamarlo «pantalla», es un dispositivo de salida que, mediante una interfaz, muestra los resultados del procesamiento de una computadora.
Cuando vemos las características de un monitor TFT nos encontramos con una serie de datos que, si bien el instinto nos dice que cuanto más altos sean mejor, en muchas ocasiones no terminamos de comprender qué significan realmente estos términos.

Vamos a tratar en este tutorial de explicar los principales, ya que son datos que nos pueden ayudar a decidirnos por uno u otro.

Brillo:

El brillo o luminancia es la relación entre la intensidad lumínica en una determinada dirección y el área aparente de la superficie que lo emite o refleja. Esta luminancia se mide en candelas x metro 2 (cd/m2).

Una candela es la unidad básica del SI de intensidad luminosa en una dirección dada, de una fuente que emite una radiación monocromática de frecuencia 540 × 1012 hercios y de la cual la intensidad radiada en esa dirección es 1/683 vatios por estereorradián.

En la conferencia general de pesos y medidas de 1948 se definió como una sexagésima parte de la luz emitida por un centímetro cuadrado de platino puro en estado sólido a la temperatura de su punto de fusión (2046 K).

En un monitor TFT este parámetro se encuentra entre unos márgenes de 250 cd/m2 a 450 cd/m2, siendo lo más habitual entre 300 cd/m2 y 350 cd/m2 (esto último en monitores de gama alta y profesionales).

Un brillo bajo nos dará tonos apagados, blancos sucios y la posible pérdida de algunos tonos. Un brillo muy alto en cambio nos dará colores excesivamente fuertes, negros tirando a gris (a mayor brillo un gris más claro) y también pérdida de tonos intermedios.

Contraste:

En este caso habría que hablar más bien de proporción de contraste, ya que lo que se nos ofrece es ese dato.

La proporción de contraste es la relación que hay entre la parte más clara (el blanco más blanco) y la más oscura (el negro más negro) de una imagen.

En la práctica, cuanto mayor sea esta relación mucho mejor se definirán los colores, imágenes y letras en una pantalla. Para los valores que actualmente se manejan, una buena relación de contraste se puede situar a partir de los 700:1, aunque cada vez son más frecuentes monitores por encima de los 1000:1, llegándose a valores de 2000:1 y hasta 5000:1 en las gamas altas de algunos fabricantes.

Un contraste por debajo de 700:1 es pobre y puede hacer que se pierdan tanto detalles de algunas imágenes como que se tenga una baja definición en los textos (que se vean como turbios) o que se pierdan tonos de color, que es lo que ocurría en los primeros monitores TFT.

Frecuencia de refresco vertical:

Es la frecuencia con la que se refresca un la información de los pixeles en sentido vertical. Este dato es diferente en los monitores CRT, ya que en ese caso es la frecuencia con la que se efectúa el barrido de electrones que conforman la imagen. En los monitores TFT este refresco tiene una menor importancia, y se sitúa entre los 56Hz y los 75Hz, siendo lo normal que esté en los 60Hz.

Mientras que en un monitor CRT la resolución y un cierto parpadeo depende de la velocidad de refresco vertical (a mayor velocidad de refresco menor parpadeo y menor resolución máxima posible) en los monitores TFT el parpadeo no existe al no haber un verdadero barrido de electrones, sino que el trabajo de cada pixel se determina por un transistor.

Tiempo de respuesta:

El Tiempo de respuesta es el tiempo total empleado en encender un pixel y volverlo a apagar (del máximo negro al máximo blanco). Evidentemente cuanto menor sea este tiempo de respuesta mayor será la calidad de imagen y menor el cansancio que nos pueda provocar. Un tiempo normal de respuesta es de 5 ms, llegando a los 2 ms en monitores de gama alta.

Resolución:

Los monitores TFT, a diferencia de los CRT, tienen unas resoluciones predeterminadas, que corresponde a un pixel de imagen x un pixel de pantalla. En esta resolución es en la que mayor calidad de imagen dan, ya que tanto una resolución superior como una resolución inferior se consiguen mediante una variación en esta relación.

Las resoluciones más habituales son 1024 x 768, 1280 x 1024 y 1440 x 1050. En los monitores de pantalla panorámica la proporción de estas resoluciones suele adaptarse para evitar el efecto de estiramiento de las imágenes.

Angulo de visión:

A diferencia de los monitores tradicionales o CRT, los monitores TFT tienen un ángulo de visión limitado. Aunque este ángulo de visión se ha ido incrementando con el desarrollo de esta tecnología, llegándose a unos 170º tanto en vertical como en horizontal lo cierto es que el ángulo idóneo (sin deformaciones de imagen ni de color) no suele superar los 90º.

Hay monitores especiales (monitores de confidencialidad) en los que este ángulo es especialmente reducido, para evitar que personas no autorizadas puedan ver la información que aparece en el monitor. Este ángulo puede llegar hasta los 30º, lo que en la práctica significa que para ver bien la imagen hay que estar justo enfrente de la pantalla, tanto en sentido vertical como horizontal.

Número de colores:

El número de colores es el número máximo de colores diferentes que puede representar. Los monitores TFT tienen un número máximo de colores de 16.7 millones (que son también los que el ojo humano puede llegar a diferenciar).

Esto se corresponde en la configuración de una tarjeta gráfica a 24 bits, por lo que lo ideal es elegir una calidad de color de 32 bits, que se corresponde a 24 bits de color más 8 bits de control.

Consumo:

Este es un dato que tiene su importancia hoy en día, aunque no afecta en absoluto para la calidad ni del monitor ni de la imagen.

Son normales consumos de 35 - 45 watios en funcionamiento y de entre 1 y 2 watios, tanto en reposo como apagados (en standby).

Conexiones:

Los monitores actuales suelen tener tanto conexión analógica (VGA 15 Pin D-Sub) como digital (DVI).


Bien, espero que este tutorial les sirva para despejar algunas dudas que pudieran tener.



Cuando vemos las características de un monitor TFT nos encontramos con una serie de datos que, si bien el instinto nos dice que cuanto más altos sean mejor, en muchas ocasiones no terminamos de comprender qué significan realmente estos términos.

Vamos a tratar en este tutorial de explicar los principales, ya que son datos que nos pueden ayudar a decidirnos por uno u otro.

Brillo:

El brillo o luminancia es la relación entre la intensidad lumínica en una determinada dirección y el área aparente de la superficie que lo emite o refleja. Esta luminancia se mide en candelas x metro 2 (cd/m2).

Una candela es la unidad básica del SI de intensidad luminosa en una dirección dada, de una fuente que emite una radiación monocromática de frecuencia 540 × 1012 hercios y de la cual la intensidad radiada en esa dirección es 1/683 vatios por estereorradián.

En la conferencia general de pesos y medidas de 1948 se definió como una sexagésima parte de la luz emitida por un centímetro cuadrado de platino puro en estado sólido a la temperatura de su punto de fusión (2046 K).

En un monitor TFT este parámetro se encuentra entre unos márgenes de 250 cd/m2 a 450 cd/m2, siendo lo más habitual entre 300 cd/m2 y 350 cd/m2 (esto último en monitores de gama alta y profesionales).

Un brillo bajo nos dará tonos apagados, blancos sucios y la posible pérdida de algunos tonos. Un brillo muy alto en cambio nos dará colores excesivamente fuertes, negros tirando a gris (a mayor brillo un gris más claro) y también pérdida de tonos intermedios.

Contraste:

En este caso habría que hablar más bien de proporción de contraste, ya que lo que se nos ofrece es ese dato.

La proporción de contraste es la relación que hay entre la parte más clara (el blanco más blanco) y la más oscura (el negro más negro) de una imagen.

En la práctica, cuanto mayor sea esta relación mucho mejor se definirán los colores, imágenes y letras en una pantalla. Para los valores que actualmente se manejan, una buena relación de contraste se puede situar a partir de los 700:1, aunque cada vez son más frecuentes monitores por encima de los 1000:1, llegándose a valores de 2000:1 y hasta 5000:1 en las gamas altas de algunos fabricantes.

Un contraste por debajo de 700:1 es pobre y puede hacer que se pierdan tanto detalles de algunas imágenes como que se tenga una baja definición en los textos (que se vean como turbios) o que se pierdan tonos de color, que es lo que ocurría en los primeros monitores TFT.

Frecuencia de refresco vertical:

Es la frecuencia con la que se refresca un la información de los pixeles en sentido vertical. Este dato es diferente en los monitores CRT, ya que en ese caso es la frecuencia con la que se efectúa el barrido de electrones que conforman la imagen. En los monitores TFT este refresco tiene una menor importancia, y se sitúa entre los 56Hz y los 75Hz, siendo lo normal que esté en los 60Hz.

Mientras que en un monitor CRT la resolución y un cierto parpadeo depende de la velocidad de refresco vertical (a mayor velocidad de refresco menor parpadeo y menor resolución máxima posible) en los monitores TFT el parpadeo no existe al no haber un verdadero barrido de electrones, sino que el trabajo de cada pixel se determina por un transistor.

Tiempo de respuesta:

El Tiempo de respuesta es el tiempo total empleado en encender un pixel y volverlo a apagar (del máximo negro al máximo blanco). Evidentemente cuanto menor sea este tiempo de respuesta mayor será la calidad de imagen y menor el cansancio que nos pueda provocar. Un tiempo normal de respuesta es de 5 ms, llegando a los 2 ms en monitores de gama alta.

Resolución:

Los monitores TFT, a diferencia de los CRT, tienen unas resoluciones predeterminadas, que corresponde a un pixel de imagen x un pixel de pantalla. En esta resolución es en la que mayor calidad de imagen dan, ya que tanto una resolución superior como una resolución inferior se consiguen mediante una variación en esta relación.

Las resoluciones más habituales son 1024 x 768, 1280 x 1024 y 1440 x 1050. En los monitores de pantalla panorámica la proporción de estas resoluciones suele adaptarse para evitar el efecto de estiramiento de las imágenes.

Angulo de visión:

A diferencia de los monitores tradicionales o CRT, los monitores TFT tienen un ángulo de visión limitado. Aunque este ángulo de visión se ha ido incrementando con el desarrollo de esta tecnología, llegándose a unos 170º tanto en vertical como en horizontal lo cierto es que el ángulo idóneo (sin deformaciones de imagen ni de color) no suele superar los 90º.

Hay monitores especiales (monitores de confidencialidad) en los que este ángulo es especialmente reducido, para evitar que personas no autorizadas puedan ver la información que aparece en el monitor. Este ángulo puede llegar hasta los 30º, lo que en la práctica significa que para ver bien la imagen hay que estar justo enfrente de la pantalla, tanto en sentido vertical como horizontal.

Número de colores:

El número de colores es el número máximo de colores diferentes que puede representar. Los monitores TFT tienen un número máximo de colores de 16.7 millones (que son también los que el ojo humano puede llegar a diferenciar).

Esto se corresponde en la configuración de una tarjeta gráfica a 24 bits, por lo que lo ideal es elegir una calidad de color de 32 bits, que se corresponde a 24 bits de color más 8 bits de control.

Consumo:

Este es un dato que tiene su importancia hoy en día, aunque no afecta en absoluto para la calidad ni del monitor ni de la imagen.

Son normales consumos de 35 - 45 watios en funcionamiento y de entre 1 y 2 watios, tanto en reposo como apagados (en standby).

Conexiones:

Los monitores actuales suelen tener tanto conexión analógica (VGA 15 Pin D-Sub) como digital (DVI).


Bien, espero que este tutorial les sirva para despejar algunas dudas que pudieran tener.